Calentar personas, no lugares: Los fundamentos de la transferencia de calor

Calefactor eléctrico para exteriores en un restaurante de Brisbane

Los calefactores de exterior son capaces de brindar un confort instantáneo a cualquier espacio exterior. Sin embargo, al contrario de lo que ocurre con los espacios cerrados, que pueden retener fácilmente el calor, los espacios exteriores están mucho más expuestos a la intemperie y, por tanto, requieren un método de transferencia de calor mucho más eficaz. Entonces, ¿qué tipo de tecnología de transferencia de calor debería contemplar para su espacio exterior?

¿Radiante o por convección?

La mayoría de nosotros conocemos los calefactores por convección que pueden llenar rápidamente un espacio con aire caliente haciéndolo circular por la estancia. Sin embargo, dado que una zona exterior no es un espacio confinado por paredes y una estructura de techo, los sistemas de aire forzado no resultan eficaces para controlar la temperatura ambiente en el exterior. En un entorno exterior, el aire caliente se eleva y se disipa rápidamente y hasta la más leve brisa disminuirá el efecto del sistema de calefacción, imposibilitando un sistema de calefacción por aire forzado.

La única forma de calentar un espacio exterior es a través de la radiación infrarroja. El calor radiante calienta los objetos, no el aire, de forma similar a la acción del sol que calienta su piel. Este método consiste en proyectar calor infrarrojo sobre las personas en lugar de mover aire caliente en el patio exterior. Dado que el calor radiante calienta los objetos y no el aire, los calefactores radiantes tienen una mayor resistencia al viento y pueden calentar a las personas incluso en condiciones de viento suave.

¿Corta, media o larga?

En general, los calefactores infrarrojos de onda corta y media suelen ser las soluciones más eficaces y eficientes desde el punto de vista energético para transferir energía térmica, ya que ofrecen un rendimiento térmico de entre el 60 y el 90 %. Gracias a los elementos calefactores direccionales, pueden calentar un espacio rápidamente ofreciendo la mejor cobertura térmica posible, aportando calor exactamente donde se necesita con una incidencia limitada de factores externos, como el viento o las corrientes de aire. Por otro lado, los calefactores de onda larga pueden tardar hasta cinco minutos en calentar y tan sólo emiten alrededor de un 40 % de calor radiante, además de verse muy afectados por el viento, lo que hace que sean menos idóneos en la mayoría de los espacios exteriores.

Calentar personas, no lugares

Los calefactores por infrarrojos de onda corta y media son, con diferencia, la mejor solución al diseñar un espacio exterior donde se persiga ser a la vez elegante y sostenible. Al barajar sus opciones, asegúrese de que estos calefactores están diseñados para que el calor sólo se emita en una dirección y no se desperdicie por la parte trasera del calefactor. Además, tenga en cuenta que algunos de los calefactores de onda corta emiten un resplandor anaranjado brillante, así que asegúrese de elegir un modelo que haya sido diseñado para minimizar dicho efecto.

La calefacción radiante es la base de todos los calefactores Bromic. Con las especificaciones adecuadas, los calefactores Bromic pueden calentar cualquier espacio exterior de forma más eficaz que muchos de nuestros competidores debido a este principio. Disponibles con elegantes pantallas de vidrio cerámico tintado que distribuyen el calor uniformemente por una amplia zona, los calefactores Bromic ofrecen tanto confort como estilo, al tiempo que minimizan las emisiones de luz no deseadas.

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